
El pasado 18 de junio, la FEAP aprobó, en asamblea extraordinaria, la modificación del artículo 21 de sus estatutos, que regula la acreditación de los psicoterapeutas. A partir de esa fecha, sólo podrán acreditarse como psicoterapeutas por FEAP médicos y psicólogos. Además, se introdujo, en esos mismos estatutos uno nuevo, el «artículo 22», que regula una nueva categoría de acreditación para todos aquellos profesionales que deseen adquirir conocimientos de las distintas orientaciones psicoterapéuticas para incorporarlas a sus trabajos profesionales. Para acceder a ese nuevo título, llamado “Certificado de Acreditación en Intervenciones terapéuticas en el campo de la salud mental”, se requerirá una titulación universitaria vinculada a las áreas de la Salud o de las Ciencias Sociales, y cumplir unos requisitos mínimos muy parecidos a los del Experto en Intervenciones Sistémicas que, desde el año 1995 viene acreditando la FEATF.
Esto no va a cambiar mucho la acreditación en la práctica, ya que casi resultaba más fácil estudiar psicología que cumplir los criterios que se exigían para otros profesionales, pero sí es un cambio ideológico importante, que responde a la exigencia de los Colegios de Psicólogos para considerar a la FEAP un interlocutor y posible «aliado» para conseguir algún tipo de acreditación oficial de la psicoterapia en España.
Se aprobaron también un par de disposiciones adicionales: se respetará la acreditación de los que ya la tengan, y se permitirá el acceso a la de psicoterapeuta a los que hayan comenzado su formación, en ambos casos independientemente de su profesión de acceso.
Así que, los profesionales del campo sociosanitario que lo deseen y que realicen una formación de al menos 2 años en el período de posgrado universitario, con 400 horas teórico prácticas la y que incluya 25 horas de Trabajo Personal y la evaluación de dicha formación, podrán acreditarse también por la FEAP.
Tras este cambio, se supone que se impulsarían los contactos con el Ministerio de Sanidad para conseguir que la psicoterapia comience a “existir” oficialmente en España, lo que hasta ahora no sucede.
¿Cuál sería esa existencia oficial?
La instauración de la Psicoterapia como una profesión independiente, parece descartada. A pesar de que la FEAP es miembro de la Asociación Europea de Psicoterapia – EAP- que defiende esa opción, los movimientos que se están haciendo van en sentido opuesto. Por otro lado, los colegios profesionales son los máximos opositores a esta vía, por lo que la colaboración con el Consejo General de la Psicología de España, si se continúa, la inhabilita en la práctica.
Otra posibilidad de la que se ha hablado es la de conseguir una “especialidad sanitaria en Psicoterapia”. De hecho, hubo movimientos para modificar la ley de Psicología Sanitaria e incluirla. Pero eso monopolizaba la práctica psicoterapéutica para los psicólogos sanitarios, y afortunadamente no prosperó. Pero entonces, ¿de dónde “colgaría” esa especialidad sanitaria que, como mínimo, debería incluir la posibilidad de acceder a ella a psicólogos y médicos? ¿Incluiría a todos los médicos o solamente a los psiquiatras? ¿Incluiría a todos los psicólogos o solamente a los sanitarios? ¿Y los psicólogos clínicos, donde quedarían? Para encontrar una solución a temas tan complicados hay que echarle ganas, y no parece que sea el caso. No se perciben en el Ministerio, y tampoco en las organizaciones directamente implicadas en el asunto, cuya colaboración y consenso serían imprescindibles. ¿Porqué me parecen imprescindibles? Porque dado el entusiasmo percibido, no creo que se vaya a avanzar teniendo en contra a una de ellas.
Otra opción que parece ser la que plantea el ministerio es crear un “diploma” de psicoterapeuta, al que se pueda acceder con una acreditación de la formación similar a los criterios que actualmente emplea el Registro Nacional de Psicoterapeutas, el Europsy del Consejo de la psicología, y algunos colegios de médicos. Podría ser algo así como oficializar el Registro Nacional. No cabe duda de que habría también mucho que consensuar al respecto, pero podría ser factible.
Aquí el principal escollo que surge es el de la formación. ¿Aceptaría el Ministerio acreditar la formación que se ofrece desde hace muchos años en las escuelas/centros/institutos de formación acreditadas, en la gran mayoría de los casos entidades privadas? ¿O se va a optar por una formación más “oficial” a la que sin duda optarían las universidades?
Creo que todos los que nos dedicamos a la formación de psicoterapeutas deberíamos estar muy pendientes de lo que pueda pasar al respecto, porque la existencia de muchas de estas instituciones, si no de todas, podría ponerse en entredicho, a pesar de la gran labor que han efectuado durante muchos años para dar una formación de calidad a los psicoterapeutas españoles.
https://www.registronacionaldepsicoterapeutas.es/
Bilbao, 29 de junio de 2022



